La debilidad del poder
En muchas ocasiones hemos reflexionado sobre el poder de la debilidad, es decir, cómo Dios desde una forma de existencia que a ojos humanos es considerada como débil, la encarnación de Jesucristo, es que hace las cosas más poderosas.
Pero hoy no tenemos nada de esto en el texto del evangelio, hoy más bien tenemos lo contrario, la debilidad del poder.
Lo que tantas veces consideramos poder, capacidad para hacer y deshacer según nuestra voluntad, en vez de hacernos fuertes, nos hace débiles, débiles y esclavos a la vez.